autocuidado en el duelo

Pautas para un autocuidado en el duelo

El autocuidado en el duelo es una herramienta al alcance de todas las personas que impide la desconexión con nuestro día a día y con nosotros mismos. Hemos mantenido una conversación con Irene Micó, psicóloga en Dopsi Psicología sobre la importancia de atenderse uno mismo cuando el contexto nos dificulta un poco la vida. Aprender a no perder el foco en nosotros mismos cuando la situación no es la ideal es una buena forma de mantener el ánimo para afrontar las dificultades.

El duelo, que por la subjetividad a la que está asociado, es un concepto a veces difícil de explicar también está envuelto de una atmósfera tabú que muchas veces impide que sea comprendido y aceptado como algo normal durante el ciclo vital. Todas las personas vivirán varios duelos a lo largo de su vida, porque la vida también es pérdida. Esta relación indisoluble conlleva un proceso individual de aceptación de la nueva realidad. Cómo puede la persona enfrentearse a ese proceso es clave para no entrar en desajustes emocionales u otro tipo de trastornos psicológicos.

Puedes ver el vídeo de la entrevista sobre cómo autocuidarnos en el proceso de duelo aquí o puedes seguir leyendo la transcripción de la entrevista.

¿Qué es el autocuidado?

Lo primero que hay que aclarar es la diferencia entre el egoísmo y el autocuidado. Con un gesto de autocuidado lo que la persona hace es tener en cuenta sus propias necesidades. Se está cuidado a sí misma porque el contexto o la propia mezcla de emociones le impide atender las emociones de los demás.

La diferencia crucial que existe entre el egoísmo y el autociodado es que, en la segunda, la persona realmente no pasa por encima de las necesidades de la otra persona. Tenerse en cuenta no significa estar, necesariamente, pisando al otro. Por lo tanto es importante preguntarse primero ¿qué necesito yo? Cuando la persona ha podido atender sus necesidades está preparada para atender a las de los demás.

Y es que el autocuidado es un gesto de protección de uno mismo. Cuidar a los demás no es, ni puede ser, más importante que cuidarse a uno mismo cuando es estrictamente necesario.

La idea de egoísmo cuando se habla de autocuidado surge de forma inevitable en el marco de una sociedad que cree que cuando una persona se atiende a sí misma está siendo egoísta y piensa únicamente en su propio bienestar. De nuevo hay que rescatar la definición anterior: el autocuidado NO pisa las necesidades de los demás. Así que, «toca educar también a la sociedad en la creencia de que cuando nos atendemos a nosotros mismos estamos siendo egoístas», afirma Irene Micó.

La transformación, en este sentido, no es solo a nivel individual sino a escala social, desde arriba.

Los puntos clave del autocuidado

  • Ser capaz de escucharme. No ignorar mis necesidades.

  • Identificar qué siento. Conectar con mis emociones para ver qué hacer con ellas.

  • Una vez identificadas las emociones encontrar la forma de gestionar el dolor.

  • Tener presente las cosas que siempre me gsutan hacer o las que hacía antes del proceso de duelo.

  • No podemos pretender que una persona haga las cosas exáctamente igual que las hacía antes del proceso de duelo, porque se encuentra en un estado emocional que se lo impide.

  • Podemos plantear una negociación donde se establecen unas pautas que le permiten a la persona continuar con las actividades personales a un ritmo adaptado a su estado emocional.

  • No perder el hilo conductor de seguir haciendo cosas para no caer en procesos depresivos.

  • Respetar el estado emocional de cada momento, pero no olvidarse de vivir. Permitirme no estar disponible para nadie.

¿Es necesario el autocuidado en el duelo?

El autocuidado en el duelo es tan importante como en otros procesos. En un contexto de estas características, hay mucho sufrimiento añadido porque la persona carga con una serie de emociones que muchas veces le van a impedir llevar su vida con cierta normalidad. Sobre todo durante las primeras fases.

Así que cuando el contexto nos lo pone más difícil de lo habitual, la persona tiene que sacar sus herramientas para tratar de estar mejor. El autocuidado nos ayuda a superar los momentos complicados y afrontarlo de forma más sana. Si no existe el autocuidado la persona corre el riesgo de desaparecer en su propia vida ya que el dolor que se tapa en algún momento sale a la luz en forma de enfermedades, trastornos psicológicos o episodios depresivos.

¿Qué pasa cuando no podemos autocuidarnos?

Durante un proceso de duelo por la propia muerte y ante una enfermedad que le impide a la persona atender sus necesidades, ¿qué se puede hacer? ¿Cómo funciona el autocuidado aquí y qué papel juega la red de apoyo de la persona enferma.

En este tipo de situaciones ese autocuidado tiene un brazo ejecutor que son las personas que rodean a la persona enferma. Esto no quiere decir que esa persona no pueda autocuidarse. De hecho puede seguir haciéndolo a través de las peticiones y expresiones de su voluntad. Por ejemplo, si la persona quiere ir a ver el atardecer en la albufera o el amanecer en la playa puede transmitir su voluntad a las personas que le cuidan o le rodean.

Aquí es muy importante que la red de apoyo deje que la persona en duelo tome sus propias decisiones si su estado de salud mental se lo permite. Es necesario tener en cuenta la voluntad de la persona durante este proceso.

¿Cómo acompañar a una persona en su autocuidado por un duelo?

Aquí te dejamos algunas recomendaciones sobre cómo realizar este acompañamiento sin imponer nuestra voluntad sobre la de la persona en duelo.

  1. No imponer el cuidado que queremos ejercer sobre su autocuidado.
  2. Escuchar es clave. Qué me pide la otra persona.
  3. Negociar con la persona en duelo cómo quiere ser acompañada y qué espacios o tiempo necesita para atender sus propias necesidades.

Si tienes alguna duda sobre este u otros temas de duelo puedes escribirnos a hola@ortegaserviciosfunerarios.es, dejar un comentario o buscarnos en Instagram o Facebook.